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Foto del escritorELEFANTE BLANCO

DOS POEMAS DE ÁNGEL ACECAM

Madre

Échame en el seno de mi madre

apenas iniciada la primavera,

entre los surcos que los bueyes

y el arado forja en sus pliegues.


Cúbreme con su piel una vez dentro,

ahí, con sus caricias germinare pronto,

mis raíces le corresponderán en su alma

al amor que de ella emana cálido y en calma.


Mis besos saldrán de su vientre

largos como sus planicies y valles,

fuertes como sus robles y cerros,

profundos como sus cenotes y barrancos,


eternos como sus volcanes y peñascos,

y exquisitos como sus mares y dunas.

Ella, me regalara los frutos que nacerán

de mis propias entrañas y

yo los llevare al troje de mis complacencias.


Así, guardare mis memorias llenas de lodo y polvo

esperando volver a su seno para germinar de nuevo

y dar vida a las milpas con haba, maíz, avena o sorgo

y los árboles talados resurgirán con un bello vestugo.


Madre, amamántame con tu fértil amor,

llévame contigo y alivia de los abrojos el dolor

acarícialos también dentro de tu ser,

no podrías tener otro nombre que de mujer

porque en tu vientre la vida haces crecer.



¿Quién?

Y cuando ella te pregunte

¿Qué asesino le arranco la vida?

Atiende a decirle sin excusarte

que todos sus moradores

han sido sus verdugos.

Que aquellos que acogió

con amor en su pecho,

le han herido y lentamente

agonizo, sin ellos hacer nada por

calmar su aflicción.


Dile que le fallaron aquellos

a los que alimento desde su génesis

con las viandas de la vida,

entre las estaciones que abortaron

sus penurias.

Que fueron aquellos que derribaban

a sus hijos y le dejaban un yermo

para vender sus retales al mejor postor,

esos que le vomitaban sus desechos

sin compasión y la envenenaban

con su desmedida ambición.


Aquellos que mudos

al ver su dolor no levantaban la voz,

y dejaron a los sierpes consumar

su asesinato atroz.

Esos que consumían sus pliegues

con fuego para poder construir

su aposento cerca de su rostro

¡Insensatos¡ ¡Asesinos! ¡Cobardes!.


¿No escuchan el llanto de gea?

¿No ven cómo convulsiona?

¿No sienten su agonía?

Atiendan sus plegarias ahora,

antes que las lágrimas del cielo,

el calor de apolo o la fuerza del viento

la conviertan en su cementerio.


 

Angel Acecam Cloneoser (Nicolás Romero, México, 1985). Es licenciado en administración, sus textos tratan principalmente de la muerte, la soledad, y el desamor, ha participado con poesía para las revista literaria pluma, Monolito, Poetomanos, Engarce, Nocturnario, gaZeta, Ibídem, Letrantes, Primera página, Collhibri, Tintasangre, Perro negro de la calle, así como en fanzines, actualmente cursa la maestría en tecnología educativa.


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