Niños Pobres
¡Nací pobre!
En mi cuenta bancaria nunca habitará
la cena equivalente a un mes de salario
o el viaje de compras a Miami.
Mis ojos indefensos han pisado casas de almas genuinas,
realmente arruinadas en sus riquezas:
Donde aposentos exorbitantes se han convertido en sus celdas funestas.
Seres distantes; sus voces no se levantan ante mi saludo.
Querubines tan miserables, no sienten
los abrazos de sus padres,
ni el beso de buenas noches,
ni los aplausos en su primera presentación escolar.
Desde sus castillos ficticios
ellos me llaman, nos llaman, “niños pobres”
por no tener
una Tablet,
ni ropa de marca,
ni hablar tres idiomas.
Pero ellos se equivocan.
Al abrir las puertas
siempre encontramos algo más que
juguetes inmóviles,
un silencio maldito
o dinero a la par del televisor.
Volver a Casa
Volver a casa es hacer las paces con el Cerro de la Muerte
porque sé que nunca intentó matarme.
Besar a San José desde Tibás hasta La Sabana
y abrazar a la Ciudad de las Flores en sus presas y atardeceres.
Volver a casa es desempolvar los restos de mi niñez,
contemplar el viejo álbum de fotografías,
sonreír y correr a los brazos de mi abuela.
En mi regreso voy resucitando caminos con las plantas de mis pies,
me apego a las aves volando sobre los potreros
y me hundo con los peces debajo del río.
Y como en una obra teatral,
Escena tras escena hay tanto norte disfrazado de
Sur.
Katherine Quirós Bonilla (Pérez Zeledón, San José, Costa Rica. 1996). Estudió enseñanza del inglés en la Universidad Nacional de Costa Rica y se desempeña como intérprete. En el 2016 se integró al Taller Literario Comelibros. Cuenta con publicaciones en las revistas mexicanas Campos de Plumas, Larvaria y Materia Escrita y la revista argentina Tóxicxs. Ganó el segundo lugar del Certamen Literario Brunca 2018 en la rama de poesía y formó parte de la antología Hispanoamericana (1970-2000) de la revista Liberoamérica.
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